LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN LOS NIÑOS: ETAPA DE 6-12 AÑOS

“ Cambia tu atención y cambiarás tus emociones. Cambia tu emoción y tu atención cambiará de lugar.” Frederik Dodson
  1. EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN EN LOS NIÑOS
  2. CONCIENCIA EMOCIONAL
  3. COMPRENSIÓN EMOCIONAL
  4. REGULACIÓN EMOCIONAL
  5. JUEGOS DESDE LA SERENIDAD
1. EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN EN LOS NIÑOS

No podemos separar el desarrollo emocional del niño de su vinculación con las figuras significativas de su entorno como tampoco de las relaciones interpersonales que paulatinamente irán apareciendo en su vida. El primer núcleo social para la mayoría de los niños es la familia y allí aprenderá, en los primeros años de desarrollo de su personalidad, las herramientas sociales y emocionales que le ayudarán a sentirse seguro y preparado para establecer nuevos vínculos y relaciones fuera de él. A medida que avanzan en su desarrollo, los niños y las niñas  van participando en nuevos contextos y, de esta forma, van apareciendo nuevas fuentes de influencia en su personalidad.

La escuela será el lugar donde, después de la familia, aprenderá nuevas reglas y donde se establecerá la relación con sus iguales.

Ambos núcleos (familia y escuela) son importantísimos como referentes de aprendizaje y de consolidación de su desarrollo sociopersonal.

En la actualidad no podemos obviar tampoco la influencia de los medios digitales que están muy presentes en los niños y niñas desde muy pequeños. En esos contextos ellos también asimilan normas, reglas, límites y modelos emocionales. Es tarea de los padres el guiarles por el mejor camino para se conviertan en elementos enriquecedores y no en simples guías a seguir. El niño necesita explicaciones que satisfagan su curiosidad por descubrir el mundo.

Es tarea de padres y educadores de convertirse en referentes para que el mundo social y emocional del niño sea un lugar seguro, afectuoso y comprensivo para él.

2. CONCIENCIA EMOCIONAL

Ya hemos hablado en algún artículo anterior del desarrollo de las emociones desde los primeros meses de vida del niño. Como dichas emociones (la alegría, el malestar, más tarde la cólera y la sorpresa y por últimos el miedo y la tristeza) son fuentes de conocimiento y de adaptación a la realidad  así como de comunicación con las figuras significativas de su ambiente. La importancia de cuidarlas y de ayudar al niño a expresarlas de la forma más conveniente para él es de suma importancia para su equilibrio y su correcta socialización.

Es a partir de los 6 años cuando niños y niñas van aprendiendo a comprender emociones más complejas como la vergüenza o la culpa y poco a poco a entender que pueden aparecer al mismo tiempo emociones ambivalentes o contradictorias (entre los 7 o los 8 años). Las fases de desarrollo podrían ser de la siguiente forma:

  1. Entre los tres y los cinco años los niños no entienden como una misma situación puede provocar emociones distintas, o están contentos o enfadados o tristes.
  2. A los 6-7 años comienzan a admitir que algunas situaciones pueden provocar más de una emoción, aunque éstas siempre siguen un orden secuencial. Me enfado porque no me dejan ver mis dibujos pero estoy contento si mi hermano comparte conmigo su juguete preferido.
  3. Es a partir de los 7-8 años  cuando empiezan a comprender que ciertos acontecimientos pueden provocar la aparición simultánea de emociones parecidas o contradictorias: me enfado si mis padres no me dejan ver los dibujos y me siento triste por ello y al mismo tiempo contento si mi hermano quiere jugar conmigo con su videoconsola.
3. COMPRENSIÓN EMOCIONAL

Durante toda esta etapa de los 6 a los 12 años los niños y las niñas pasan por una etapa de cierta serenidad. Ya dejaron atrás la época de los porqués o de las turbulencias emocionales donde el miedo, la labilidad o la incertidumbre los acompañaba. Ahora se encuentran frente al reto de su progresiva adaptación a la escuela y sobretodo al descubrimiento de la relación con sus iguales. La adquisición de normas y de valores son una fuente de interés y aprendizaje y su progresivo desarrollo cerebral permitirá también la comprensión de los procesos emocionales y algo muy importante, su regulación. Poco a poco aprenderán a conocerse, a hacer frente a sus miedos con una actitud optimista y segura de sí mismos. También aprenderán a afrontar sus temores y sus fobias y a interesarse por el mundo intelectual. Sus referentes son sus padres, maestros e iguales y en ese mundo inician su adaptación al entorno social y cultural.

4. REGULACIÓN EMOCIONAL

Durante ese proceso de desarrollo de su sistema nervioso y la ampliación de su mundo relacional con nuevos modelos y reglas, se irá desarrollando la herramienta más valiosa para conseguir el éxito deseado en sus relaciones: su auto regulación o auto control emocional.

Situaciones de gestión de su ansiedad, impulsividad o de su frustración serán determinantes para su buen desarrollo social. Si bien en las primeras etapas eran los padres o el adulto de referencia quién ayudaba al niño a regular su emoción y a acompañarle en su proceso de comprensión, en esta etapa son los mismos niños y niñas quienes deben ir desarrollando estos mecanismos desde su interior. Durante esta etapa serán capaces de distraer su conducta y pasar de una emoción displicente a una placentera. Delante del enfado ponerse a jugar y distraerse por ejemplo. También pueden buscar la ayuda o consuelo del adulto o de otro niño. Los amigos aquí juegan un papel importante.

5. JUEGOS DESDE LA SERENIDAD

¿ Qué hacer para enseñar consciencia o regulación emocional en los niños?

Una de las estrategias mayores es el juego o la actividad lúdica. Aquí dejo algunas ideas para aplicar tanto en entornos educativos como en el seno de la propia familia. No nos olvidemos que la mayor fuente de seguridad que podemos dar a un niño es a través del amor y el respeto que le demostramos. Si se sienten amados y respetados,  el camino para la comunicación y la comprensión será mucho más fácil.

    1. Enseñarles a respirar conscientemente. Se pueden usar diferentes animales para ayudarles a entrar en el juego. La respiración de Spiderman, tomar aire y al soltar, lanzar los brazos adelante. La respiración de cocodrilo, al inspirar abrir brazos como la mandíbula de un cocodrilo, al espirar dejarlos caer…Finalmente quedarse quietos y ver la inspiración y la espiración y las partes del cuerpo que se mueven.
    2. Enseñarles a relajarse.  Una de las formas de hacerlo es que tensen todo su cuerpo como si fueran una piedra y lo suelten al cabo de unos segundos notando la diferencia.
    3. El juego de identificar emociones. Se presentan unas caras con diferentes emociones y les han de poner nombres. Preguntar si las han sentido e identifiquen una situación de su vida donde pasó.
    4. El mapa de las emociones. Cada emoción tiene su lugar en el cuerpo. Es muy importante aprender a localizarlas ahí. Dibujar una figura humana y localizar las emociones ahí.
    5. La corriente de pensamientos. Enseñar a los niños y las niñas que nuestra mente  nos bombardea continuamente con diferentes pensamientos. Enseñarles a visualizar un río donde los van colocando y van fluyendo para dejarlos marchar. Enseñarles que con su respiración pueden siempre sentirse centrados en el momento y no atender a sus pensamientos. Pueden dibujar luego el río con los diferentes pensamientos. Ver cuales son y cómo nos hacen sentir, las emociones van unidas a ellos.
    6. Los cuentos o las historias como fuentes de inspiración. En la actualidad existen muchos cuentos sobre diferentes emociones que nos proporcionan el material y el momento para poder trabajar el mundo emocional en los niños.
    7. Películas-forum. Después de una historia también es un buen momento para dialogar y hablar de situaciones cercanas a ellos. Usa esos elementos para acercarte a su interior y dale la oportunidad de expresarse.
    8. El testigo de la palabra. Para intentar mantener una comunicación respetuosa respetando los turnos se puede usar una pelota blanda y el que la tiene es quién expone su idea. Ésto ayuda o trabajar la escucha pero también la impulsividad con lo que colaboramos a una buena regulación emocional.
    9. La caja de las emociones. Usar diferentes cajas con diferentes emociones. Pueden estar asociadas a diferentes colores. Escoger las emociones que sentimos y aprender a sentir o a vestirnos de las que queremos sentir.

El modelo que les damos es el mejor aprendizaje. No podemos exigir a los niños y niñas que se regulen o que se muestren de una determinada manera si nosotros somos incapaces de hacerlo. Seamos un buen espejo donde se puedan mirar.

 

¡Feliz viaje a través de las emociones!

 

Cristina López

Psicóloga

Desde Bonamind pensamos que todo es posible con conexión, emoción y motivación.

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