“Importa la luz que ve el navegante, no la luz que sale del faro. Importa lo que capta la gente, no lo que estoy diciendo. Sólo si estoy en contacto con mis sentimientos, puedo saber lo que estoy comunicando.”

Ferrán Ramón Cortés. La isla de los cinco faros.

CONTENIDO

ESENCIA DE LA COMUNICACIÓN

COMUNICAR-ME/COMUNICAR-TE/COMUNICAR-NOS

REFLEXIONES FINALES. ¿QUÉ LLEVARNOS?

ESENCIA DE LA COMUNICACIÓN

El ser humano es un ser de encuentro, de palabras, de gestos, de contacto,  nadie se escapa al deseo de crecer en comunidad, de sentirnos que pertencemos a un grupo, a una especie, que somos mirados, deseados, hablados o sentidos.

Nacemos demasiado indefensos para sobrevivir y los cuidados de nuestros progenitores nos vinculan desde el momento de nuestro nacimiento a los otros como referente de existencia individual. Sin esos cuidados, sin esa comprensión empática, cuando aún las palabras brillan por su ausencia, es evidente que nuestra existencia sería bien corta. Recuerdo que hace más o menos un año asistí a una jornada en una Universidad de Barcelona para profundizar en la Terapia Centrada en las Emociones. Mi trabajo con la inteligencia emocional, me lleva a extender mis antenas a todo lo relacionado con el crecimiento personal en ese ámbito. Fue una jornada intensa, sumamente interesante, para entender algo tan básico como el vínculo con los otros como base del trabajo emocional. Recuerdo un vídeo impactante de una madre delante de su bebe de pocos meses, la alegría del niño jugando con la mirada de su madre, sus sonrisas compartidas y de repente como la madre le retira la mirada y la atención. Ese niño cambia su expresión facial y poco a poco entra en la tristeza y la desesperación, su llanto, su sufrimiento era visible a todos hasta que al fin la madre regresa a su ojos y le sonríe y lo acaricia y vuelve de nuevo la paz y la armonía. ¿Cómo es posible que en tan pocos segundos sea tan palpable nuestra casi congénita necesidad de ser mirados, atendidos, escuchados, amados? Nacemos en ese sentido sumamente dependientes y ello se convierte en un elemento de trabajo en nuestra vida para aprender a independizarnos, separarnos sanamente para tener la libertad de escoger nuestro camino. Aún así la necesidad de ser escuchados, mirados o comprendidos por los demás es algo connatural con nosotros como especie. Dicen que el peor castigo para una persona es ignorarla, hacerla ausente para ti.  Si esto es así está claro que la comunicación con los demás será una llave muy importante para sentirme bien conmigo y con los otros.

Pero ¿cuáles son las claves de una buena comunicación? ¿ Cómo transmitir exactamente lo que pienso o siento?, ¿Cómo entender el lenguaje de los otros?, ¿Cómo encontrar un espacio donde dar cabida a nuestros deseos pero al mismo tiempo a los de los demás? ¿Qué fórmulas son más eficaces para iniciar un diálogo?

¿Cuál es el lenguaje más efectivo? ¿Cómo intervierne nuestra actitud en todo el proceso? ¿Cómo intervienen los elementos no verbales?…Son tantas las cuestiones con las que empezar a debatir sobre este proceso que creo merece la pena intentar acercarme a las respuestas desde una triple perspectiva que clarifique donde podemos poner el foco de nuestra atención en cada momento.

COMUNICAR-ME

Todos y cada uno de nosotros tenemos un lenguaje interior que manejamos desde el minuto uno que nos levantamos por las mañanas. No solo nuestros pensamientos nos atacan para poner en marcha nuestro atareado día, con obligaciones varias, sino que además solemos juzgarnos con suma frecuencia para decirnos lo bueno y lo malo de nosotros. Generalmente nuestro juicio sobre los acontecimientos de la vida que nos toca vivir viene determinado por nuestra educación, nuestro caracter y la experiencia acumulada. Se sabe que más del 50-60% de las consultas a los médicos de familia son debidas a enfermedades psicosomáticas provocadas por una mala gestión de nuestras emociones, esa falta de tacto con la que nos tratamos es una causa determinante en ello. No sólo lo que nos decimos sino lo que sentimos cuando nos lo decimos. Nuestro cerebro no se queda inmune ante tal diálogo y poner el foco en lo positivo o en lo negativo va a afectar a nuestra memoria, nuestra capacidad de decisión o de gestión de nuestra vida.

Siendo este hecho sumamente constatable es necesario un reaprendizaje de nuestro dialogo interno. La importancia de las palabras que nos dirigimos, cómo nos tratamos y dónde ponemos el foco de nuestra actitud. Si hablamos desde lo sencillo, en positivo, transmitiendo confianza seguro que generamos sentimientos de seguridad y de confianza que por supuesto nos ayudarán a visionar nuestro día a día desde otra perspectiva.

COMUNICAR-TE

Está claro que la teoría básica de la comunicación que todos hemos estudiado se compone de un emisor, un receptor y un mensaje. Los tres elementos son imprescindibles para que se dé el acto de comunicar (acordaros que pasa cuando el receptor se desvincula en el caso del bebé y su madre). También es cierto que cuando se habla de comunicación la mayoría de nosotros está pendiente de las formas del discurso, el tono de voz, el contenido pero en pocas ocasiones cambiamos nuestra perspectiva y nos preocupamos de la escucha, del tono de nuestro interlocutor, de sus gestos, de sus emociones y de lo que está intentando decir aunque no lo diga. Casi nunca ponemos el foco en la escucha y además casi nunca lo hacemos sin juzgar. En muchas ocasiones nuestros juicios también distraen la esencia del mensaje. No intentamos entender el mundo de quien habla, no empatizamos y así nos va muchas veces. Si no conectamos con la emoción de los otros, si no intentamos poner en palabras aquello que les reconforte, que quizás necesitan oir, para vincularse con nosotros, nuestro trabajo será inútil. Si estamos solo pendientes de nuestro yo y no incluímos el tu, la comunicación seguramente será fallida con la consiguiente frustración para los interlocutores. Antes de hablar escucha, presta atención a lo verbal y lo no verbal, entiende, siente y luego todo será más fácil para todos. Como dice el Dr Alonso Puig no es necesario simpatizar sino empatizar, así de fácil.

COMUNICAR-NOS

¿Cuál es la finalidad de toda comunicación? Yo diría que si hemos hecho bien los deberes respecto a los dos primeros puntos la comunicación permite crear un espacio común de sintonía y bienestar tanto en quien emite como en quien recibe. Somos entes sociales por naturaleza y el poder establecer relaciones con otros de forma respetuosa y satisfactoria nos ayuda de manera lógica en nuestro equilibrio personal. Evidentemente para que la comunicación sea efectiva y afectiva ambas partes deben tener la intención de lograr ese espacio. Debe haber un deseo, una escucha activa y por supuesto y un respeto absoluto hacia nuestro interlocutor. Cada uno de nosotros debe hacer sus deberes primero consigo mismo, con la gestión de sus emociones, de su ansiedad y de su estrés para intentar no contaminar al otro proyectando nuestras frustraciones y limitaciones en los demás. Es por ello que la comunicación siempre se inicia en uno mismo antes de ir hacia los demás. Es más yo diría, empieza a trabajar contingo y aunque el otro no traiga sus deberes hechos seguramente que tu estado tranquilo y receptivo ayudará a encontrar más espacios de encuentro con él.

ALGUNAS IDEAS PARA LLEVARNOS

Empieza siempre antes de iniciar una comunicación por hacerte unas preguntas: ¿Qué quiero comunicar?, ¿Qué sentimientos me despierta?, ¿Cual  puede ser el tono de voz adecuado?, ¿Cómo capto el estado emocional de la otra persona?, ¿ Cuál es en este momento su capacidad de escucha? ¿ Cual será el lenguaje más adecuado para que me entienda? ¿Cuales son los límites de mi discurso?

A partir de ahí no te olvides de:

  • Mirar a tu interlocutor a los ojos
  • Darle un tiempo y un espacio adecuado
  • Intentar preguntar para iniciar el diálogo
  • Conectar con tus emociones
  • Conectar con sus emociones
  • Usar un lenguaje sencillo con un mensaje claro
  • Estar atento a la respuesta del otro y reajustar nuestro discurso
  • Respetar las respuestas del otro, su libertad
  • Intentar usar el feedback para asegurarte que has entendido bien
  • No olvidemos positivar nuestras acciones y reconfontarnos de nuestros esfuerzos
  • Crear un clima emocional seguro y tranquilo
  • Ser agradecido con nosotros y con los demás

 

Cristina López Méndez
Psicóloga y Logopeda

Desde BonaMind creemos que todo es posible con conexión, emoción y motivación.

 

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